sábado, 2 de enero de 2016

Je suis Tel Aviv

Tras los atentados del 13 de noviembre en París, algunos -los de siempre- se manifestaron en contra de la solidaridad unánime de los ciudadanos con Francia, advirtiendo de que no mostrábamos la misma reacción en apoyo de los cientos de víctimas de otros atentados producidos en lugares más remotos. Como siempre, se trataba de poner el contrapunto, no fuera a ser que las sociedades occidentales salieran de su letargo y se movilizaran, de una vez y de manera decidida, a defender los valores y principios que fundamentan nuestra civilización. Ayer un terrorista árabe-isralí abrió fuego indiscriminado en un bar de Tel Aviv, asesinando a dos personas e hiriendo a otras siete. El grupo terrorista Hamás, esos amigos de la peculiar paz que propugna la izquierda española, se apresuró a mostrar su alegría por el atentado. Y yo me pregunto ¿somos Tel Aviv? ¿estamos junto a las víctimas de este atentado? ¿o como son judíos se merecen ser asesinados?. El odio de la izquierda española por todo lo judío me sorprende cada día. Es un odio visceral, irracional, solo comparable con el que sienten hacia la Iglesia católica. Odian las raíces judeocristianas de nuestra civilización, intuyendo, de manera inconsciente, que nuestro mundo no sería lo que es sin tales orígenes. Al igual que Hitler, nuestra izquierda odia a Israel no por matar a Jesús sino por haberlo engendrado.

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