sábado, 31 de mayo de 2014

ROMANORUM VITA, UNA EXPOSICIÓN DIFERENTE




Hace años una exposición o un museo consistían, principalmente, en exhibir piezas de valor intrínseco. El montaje de la muestra se limitaba a garantizar las mejores condiciones de exhibición de los objetos junto con la seguridad de las piezas expuestas. A veces, simplemente, se acompañaban las piezas de cuadros explicativos más o menos detallados. Una exposición de ese tipo exige una formación previa del visitante, que tiene que conocer el contexto de los objetos mostrados, y grandes dosis de imaginación (para suponer el contexto y uso de los objetos). Para el público menos informado –especialmente los niños- un museo de este tipo resulta aburrido.





Pero en los últimos tiempos el concepto de exposición ha cambiado totalmente. Llevados por nuevas tendencias, y con la ayuda de modernas técnicas audiovisuales, los museos han rodeado sus piezas de todo tipo de contextualizaciones, de manera que el visitante vive una experiencia de inmersión en la antigüedad. Tal es el caso, por poner un ejemplo, de la planta baja de nuestro Museo Arqueológico de Murcia, dedicada a la Prehistoria, donde las piezas arqueológicas están rodeadas de construcciones de atrezzo, sonidos y vídeos explicativos.
Pero en los últimos tiempos lo secundario ha ido tomando protagonismo hasta eclipsar el motivo originario de la muestra: los tesoros rescatados por la arqueología han pasado a ser algo accesorio e incluso prescindible en lo que llamaríamos “museos 2.0”, en los que se pretende dar a conocer elementos del pasado con la ayuda de elementos sensoriales (visuales, sonoros, táctiles e incluso olorosos) sin necesidad de poseer y mostrar piezas arqueológicas originales.

Un buen ejemplo de ello es la exposición Romanorum vita que la Fundación La Caixa realiza en Cartagena (pza. Héroes de Cavite) estos días. La muestra –que carece de cualquier elemento arqueológico- supone la reconstrucción de una calle cualquiera de una ciudad romana. A través de decorados, vídeos, sonidos y olores, el visitante podrá sentirse trasladado al mundo romano, visitar sus tiendas, letrinas y tabernas. Además, se visita el interior de una domus reconstruida en cartón piedra. Se trata de una buena muestra, que refleja fielmente el modo de vida cotidiano de la Roma republicana y dejará embobados a los más pequeños.

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