domingo, 25 de mayo de 2014

¡AGUA PARA TODOS!



No se sabe a ciencia cierta quiénes fueron los primeros en comprender que la tierra de Murcia, con sus condiciones meteorológicas, sólo necesita una miajica de agua para ofrecer abundantes cosechas. Se dice que fueron si los árabes (quizás tribus egipicias que colonizaron esta tierra), aunque pudieron haber sido los romanos o incluso los cartagineses (expertos en la canalización e irrigación del agua). Lo cierto es que en la huerta del Segura se cultivan enormes extensiones de terreno con el único aporte de un escaso río que, como el Nilo, varía su caudal según las estaciones.


Esto se consigue gracias a un intrincado pero eficacísimo entramado de canales (acequias, azarbes, escorreores, etc.) que, imitando la circulación sanguínea, reparten el agua a través de los campos devolviéndola, después de usada, al cauce del río, de donde es tomada por segunda vez para regar la Vega Baja. Puede decirse con razón que la Huerta de Murcia es el sistema más antiguo y eficaz de racionalización, reutilización y reciclado del agua de riego.




Por eso no se comprende por estas tierras por qué otras gentes, que disponen de agua en abundancia y que no pueden aprovecharla por las condiciones meteorológicas de sus tierras, nos niegan con tanto celo una agua que para nosotros es vida, sea en forma de regadíos o sea para construir instalaciones turísticas; en cualquier caso, el agua en Murcia se utiliza para crear riqueza que revierte, a fin de cuentas, en todo el país. Cualquier otra nación con las características de España (abundancia de agua en el norte, condiciones inmejorables para la agricultura o el turismo en el sur) habría conectado hace muchos años las cuencas, favoreciendo así el enriquecimiento de todos. Pero en España somos más de dejar que nos saquen un ojo, siempre que al vecino le saquen los dos. Eso sí que es #MarcaEspaña


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