Entrar al piso de José Fernando Espinosa Celdrán es trasladarse en el tiempo, adentrarse en un Sancta Santorum donde conviven cuadros de todos los estilos (pintores franceses, Molina Sánchez, Párraga…) con imágenes religiosas de todos los tiempos y recuerdos de sus innumerables viajes. Es entrar al espacio íntimo y personal de un hombre cultísimo que conjuga su devoción con su labor artística.
Tengo la suerte de ser prima de José Fernando y por tanto de haberlo tratado desde pequeña, cuando despertó su vocación por la peluquería peinándonos y cortándonos el pelo a las primas. Quién nos iba a decir entonces que sus manos expertas serían las encargadas de cuidar las pelucas de la Virgen de la Fuensanta, el Cristo del Rescate, Nuestro Padre Jesús Nazareno y otras muchas figuras de la imaginería murciana.
Esta tarde he ido a visitarlo a su estudio, donde tiene todas las pelucas, nos damos un abrazo, y me habla de la Fuensanta con una devoción y amor, que solo pudo transmitir mi querida abuela Rosa Medina, nuestro abuelo también fue un artista en la Murcia del S XX, y eso es algo que se lleva en la sangre.
Me cuenta que la Virgen de la Fuensanta es una Virgen reutilizada, que fue la Virgen de las Fiebres, una talla gótica completa y que para hacerla de vestir, le hacen las manos y la encarnación nueva, y que se supone que esa remodelación la hizo Antoine Duparc, escultor francés afincado en Murcia en los siglos XVII-XVIII, predecesor de Salzillo y autor del camarín de la Virgen quemado en la Guerra Civil.
En 2005 José Fernando fue nombrado peluquero de la Virgen por Doña Pilar de la Cierva Kirkpatrick, (camarera de la Virgen) quien le entregó la peluca más antigua de la Virgen, probablemente la peluca que llevo la Virgen en su coronación.
Carmen me ha encantado! Y preciosas las imágenes. Un beso!!
ResponderEliminarMuchas gracias Andrea.Otro beso ;D
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