domingo, 28 de septiembre de 2014

El aborto, exterminio selectivo.

Puedo entender que en algunos casos se permita el aborto, en casos extremos en los que no es humano exigirle a una mujer que se haga cargo de ese futuro bebé, del mismo modo que se permite el homicidio en casos de estado de necesidad o legítima defensa. Cuando la vida de la madre está en peligro, por ejemplo, es inhumano exigirle que siga adelante un embarazo que acabará con sus posibilidades de vida.

Pero creo que antes de discutir los supuestos -excepcionales- en que el aborto sería aceptable, tendríamos que ponernos de acuerdo en que el aborto es un homicidio. No se trata de que con la interrupción del embarazo se frustre una expectativa más o menos cierta de vida humana, sino que el aborto supone poner fin, de modo violento y cruel, a un ser humano que ya existe, y que por tanto debe gozar de protección. Realmente, si lo pensamos, trazar una línea en el parto para reconocer la condición humana a un bebé es una decisión francamente arbitraria. ¿Minutos antes del parto el feto no es sujeto y al poco de salir del útero adquiere la personalidad jurídica? ¿Qué diferencias físicas hay entre un feto y un bebé para marcar esa trascendental diferencia?.

El hecho de establecer el parto como origen de la personalidad es algo que proviene de tiempos muy antiguos, en los que nadie sabía a ciencia cierta qué pasaba dentro del vientre de la madre. Incluso había quienes pensaban que el alma llegaba volando al bebé en el momento del parto, por lo que -desde un punto de vista religioso- el feto no era humano. Además la superstición y el miedo a la brujería exigía reconocer al bebé nacido para determinar que tenía rasgos humanos y no era fruto del Maligno. Pero todo eso acabó con los avances técnicos, hoy la genética y las pruebas de ecografía nos muestran la realidad: el conjunto de células, desde la concepción posee un adn humano diferente del de los padres, y el cigoto se transforma rápidamente para desarrollar al futuro bebé. ¿Dónde trazar la línea? ¿cuando adquiere -más o menos- apariencia humana? ¿cuando tiene actividad cerebral? ¿por qué? Particularmente pienso que el único hecho realmente definitivo para determinar la existencia de un ser humano es la presencia de un adn único y diferente de los padres, y por tanto creo que desde la concepción estamos ante una persona digna de protección.

Una vez que estuviéramos de acuerdo en eso, después de desterrar teorías peregrinas como la de Bibiana Aido (el feto es un ser vivo pero no un ser humano) o la de la alcaldesa de Zamora (toda menstruación es un aborto), podemos ponernos a debatir en qué casos es lícito y legítimo suprimir esa vida humana en protección de un interés superior.


1 comentario:

  1. La verdad es que es muy bueno tu artículo. Estoy a favor de la VIDA. Gracias por indicarme el artículo.

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