sábado, 26 de julio de 2014

ABLACIÓN DEL CLÍTORIS EN EL SIGLO XXI


Aunque hay quien afirma que se trata de un bulo, la prensa ha publicado estos días la noticia de que el Estado Islámico (IS) ha ordenado la mutilación genital de todas las mujeres (entre 11 y 49 años) de Mosul. La ablación es una práctica bárbara y cruel que han sufrido, según la ONU, 125 millones de mujeres en nuestro tiempo. 



No se conoce el origen de esta práctica. Las referencias más antiguas aparecen en Egipto, en época de los Ptolomeos, aunque quizás surgiera, anteriormente, en las culturas del África subsahariana. Lo cierto es que coincide con otras prácticas y teorías del mundo antiguo sobre la mujer. Los médicos griegos y romanos consideraban al útero responsable de los desórdenes psicológicos que sufrían las mujeres, derivando la palabra “histeria” del griego ὑστέρα. Tan complejo y misterioso es el aparato genital femenino (capaz de engendrar vida humana) que las sociedades antiguas lo consideraban entre fascinados y atemorizados. De entre los órganos sexuales de la mujer, el más extraño y misterioso es precisamente el clítoris, ya que carece función fisiológica alguna (según los expertos), siendo su única utilidad proporcionar placer a la mujer. No existe, en toda la naturaleza, ningún otro órgano que no cumpla más papel que provocar orgasmos.

Es posible que de todo ello, del misterio del aparato reproductor femenino y especialmente del clítoris y de la compleja psicología femenina, se derivara en algunas culturas antiguas la necesidad de extirpar eso que “sobra”. Pero lo que podría resultar comprensible en civilizaciones primitivas, resulta absolutamente inaceptable en el siglo XXI. Una cultura o una religión que permiten o incluso imponen una práctica cruel y mutiladora, debe ser radicalmente rechazada. Sólo los complejos de esta decadente sociedad occidental, incapaz de enorgullecerse de sus propios avances en materia de derechos humanos, puede admitir con pasividad que se toleren estas prácticas.

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