domingo, 1 de marzo de 2015

LA BENDICIÓN DE LA SIMIENTE DE LA SEDA



Cuentan los expertos que el ser humano lleva más de 5.000 años utilizando la seda de los gusanos para tejer, y que fue en China donde primero aprovecharon sus propiedades. Aunque se conocen vestigios de su uso en la antigua Roma, parece que fue Justiniano (siglo VI dC) quien introdujo en Europa su cultivo.

Precisamente el imperio bizantino, en su empeño por restaurar el viejo esplendor romano, conquistó el sureste español, dejando algunas huellas aún visibles en Cartagena y su comarca, y aunque la presencia del imperio de oriente en la vieja Hispania fue efímera (en cincuenta años los visigodos recuperaron el poder), es posible que los conquistadores plantaran las primeras moreras y trajeran el cultivo del gusano de seda. Las fuentes confirman una gran producción de gusano de seda en tiempos musulmanes. lo que hizo de Murcia una tierra próspera y rica.

De cualquier modo, la industria sedera llegó a ser muy importante en la Huerta de Murcia. En el siglo XVII dos judíos expulsados por los Reyes Católicos importaron de Italia las nuevas técnicas proto-industriales que se empleaban en el tratamiento de la seda, generándose una importante industria en torno al gusano y la seda, por eso llegó a decirse que, aunque en todas partes los gusanos se comen a los hombres, sólo en Murcia el hombre come del gusano.

La actividad sericícola decayó a principios del siglo XX, desbordada por los avances chinos y tailandeses, y los elevados costes; pero durante siglos la salud de los gusanos y la calidad de su seda eran la principal fuente de ingresos de los huertanos, y éstos no dudaban en invocar la protección divina para el gusano de seda.

Una de las más antiguas tradiciones se remonta, según dicen, al siglo XVIII y consiste en la bendición de la simiente del gusano de seda, es decir, de los gusanos guardados desde el año anterior y que, a estas alturas, están a punto de eclosionar, iniciando un nuevo ciclo vital.

Hace cuarenta años, la Peña huertana La Seda recuperó la tradición, celebrando cada primer domingo de marzo, una romería a la ermita de San Antonio el pobre y una misa huertana, y este año el Embajador de la fiesta ha sido el presidente de la Cofradía del Cristo del Perdón, Diego Avilés.


















2 comentarios:

  1. Te leo con mucho gusto, Carmen. Lo has sintetizado muy bien. La que vale...Era lo que echaba en falta, junto al testimonio gráfico tan estupendo que habeis compartido en Facebook. Miles de gracias, guapa. Para una murciana que ha vivido muy de cerca esta tradición, es un disfrute total, pese a no haber podido asistir. Abrazos

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  2. Me ha gustado mucho y las fotografías muy buenas.

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