LEYENDAS
DE SEMANA SANTA
El
Ángel de Salzillo
Cuenta
Torres Fontes que Francisco Salzillo afirmaba que el Paso de la
Oración en el Huerto no lo había dibujado él, que había sido una
inspiración divina. Sobre ello se construyó una leyenda. Cuentan
que el escultor tenía una crisis de inspiración, que no encontraba
la forma de plantear el conjunto escultórico y que una tarde, un
mendigo le pidió posada. Salzillo, según tenía por costumbre,
acogió al mendigo, lo instaló en un pajar junto a su casa, dándole
pan y agua, y se fue a dormir. A la mañana siguiente Salzillo acudió
a su estudio y encontró el boceto terminado del Paso; el Ángel,
Jesús y los Apóstoles, tal como los conocemos. Asombrado acudió al
pajar donde había dejado al mendigo, encontrándolo vacío.
Atribuyendo el suceso a un milagro, construyó La Oración en el
Huerto conforme al boceto. Ciertamente la figura del Ángel es
considerada la más perfecta obra de Salzillo. Esta figura andrógina,
asimétrica, mitad hombre mitad mujer, fue objeto de deseo para María
Fulgencia, en “el obispo leproso” de Gabriel Miró, como
expresión máxima del amor.
También
se ha querido ver cierta simbología en los tres Apóstoles
(Santiago, Pedro y Juan) que aparecen dormidos en el Paso, de manera
que reflejan las tres edades del hombre.
La
figura de Jesús refleja todo el dolor que se anticipa, el miedo ante
el sufrimiento y la determinación de quien sabe que no puede eludir
el Cáliz que se le presenta. Decía Antonio Díaz Bautista:
Yo
te veo, Jesús, desmadejado
bajo
las hojas grises del olivo
viendo
acercarse ya el definitivo
sacrificio
por Ti tan esperado.
Y
en tu rostro de lirio acorralado
el
resplandor ambiguo y fugitivo
de
un turbio amanecer dubitativo
pone
un reguero de sudor helado
Yo
sé que Tu, Señor, tuviste miedo
de
beber aquel cáliz de amargura
que
el Angel señalaba con su dedo,
y
el recordar tu miedo me procura
las
fuerzas, cuando pienso que no puedo
seguir
hasta el final de mi andadura.
Cada
año, vísperas de la Procesión de Viernes Santo, es necesario
preparar este paso de manera laboriosa. La palmera que contiene el
Cáliz debe ser construida artesanalmente. Sobre un tubo de acero
colocan ramas de palmera recién cortada y, para formar el tronco,
ramas de palmito seco. Además, se insertan en la palmera racimos de
dátiles frescos que proceden de los lugares más remotos. Estos
dátiles, una vez culminada la Procesión, tienen un poder milagroso.
La tradición cuenta que las mujeres que los consumen quedan
embarazadas, y son muchas las que se dirigen a los estantes al
término de la procesión para probar suerte.
LOS
MODELOS DE SALZILLO
Los
modelos en que se inspiró Salzillo para cada uno de sus pasos son
fuente constante de leyendas. Sabemos que las figuras visten ropajes
de la época del autor, en un claro anacronismo que nos recuerda que
la Pasión, además de un hecho histórico, es un acontecimiento que
se repite constantemente en nuestras vidas. Pero además surge la
duda de quién sirvió de modelo concreto. Quién era tal sayón,
quién la Verónica y en quién se inspiró para elaborar la Madre
Dolorosa. De ésta última se dice que era la hija del escultor y que
para provocar la cara de infinito dolor su padre le transmitió una
falsa noticia.
De
esta Virgen Dolorosa, símbolo de todas las madres que sufren en el
mundo, escribió nuestro añorado Antonio:
Tu
lo sabías, Madre Dolorosa,
que
el terrible momento llegaría
y
que un puñal de horror traspasaría
tu
dulce corazón de tierna rosa.
Y
caminas ahora temblorosa
herida
por la luz del nuevo día
con
los brazos en alto, que querrían
destrozar
esa cruz ignominiosa.
Yo
deseo pasar por tu cintura
mi
brazo, Madre, y apoyar tu pena,
y
tu rostro de límpida azucena
reclinar
en mi hombro miserable
para
que así tu lágrima inefable
caiga
en mi pecho y lave la amargura.
OTRAS
LEYENDAS
En
el Paso de Jesús ante el Pretorio, de la Procesión de Miércoles
Santo, aparece en primer plano un personaje conocido popularmente
como el Berrugo. La leyenda cuenta que todos los Martes Santos, el
Berrugo cobra vida y huye de la Iglesia del Carmen poniendo en
peligro la viabilidad de la Procesión. Según contaban las abuelas a
los chiquillos, la Guardia Civil encontraba al Berrugo en algún
bancal cercano, robando habas y apresándolo, lo restituían al Paso.
Por esta razón el personaje tiene en su mano un racimo de habas
frescas.
La
talla actual del Berrugo es de Sánchez Lozano, copia de una anterior
que se perdió en la Guerra. La original se ha atribuido durante
mucho tiempo Salzillo, aunque es más probable que correspondiera a
Nicolás de Bussy. Según la leyenda, el escultor mantenía un pleito
con un alguacil municipal llamado “El Chano” y en venganza
lo retrató en el grupo escultórico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario